El deseo de todo padre y madre es que sus hijos estudien en la universidad y puedan convertirse en el profesional con el que siempre han soñado de niños. Querer que tu hijo/a sea el/la mejor ingeniero/a u odontólogo/a del mundo, tiene un costo.
Estudiar una carrera en México en una universidad privada no es gratis, tampoco lo es en las públicas. Y las colegiaturas son, año tras año, cada vez más caras. Suponen un gasto que muchas familias creen que no se pueden permitir. Y decimos creen porque aunque son caras, no son imposibles de pagar. Con anticipación y planificación financiera es posible darles a nuestros hijos la mejor educación superior posible y, además, cubrir todos los costos asociados que implican los estudios universitarios.
Cada año suben los precios de los estudios en México
Si te estás preguntando por qué cada año suben más y más los precios de los estudios en México, la respuesta está en la inflación y que el dinero no rinde igual, ya que no alcanza para pagar lo mismo que antes.
La inflación es el crecimiento general de los precios de los bienes y servicios del país. Esto quiere decir que el costo de, por ejemplo, la cesta de la compra, el agua, el gas, la electricidad o el internet, entre otros recursos, aumenta.
Estos aumentos de precio también afectan a la educación. Las instituciones de enseñanza como las universidades se ven obligadas a incrementar los precios de sus colegiaturas, mensualidades e inscripciones. Y esto repercute directamente en las familias que tienen que ahorrar más para la educación de sus hijos.
Así es cómo han incrementado las colegiaturas por universidad desde el 2006 hasta el 2021, para que veas con tus propios ojos que no te mentimos. El costo de estudiar en las universidades ha aumentado considerablemente en los últimos 14 años y lo que es peor, lo seguirá haciendo:
De cada 100 alumnos, alrededor de 21 no terminan sus estudios universitarios, según el estudio Panorama de la educación 2017 elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Uno de los mayores obstáculos que enfrentan los estudiantes es la falta de recursos económicos en las familias. Según la Encuesta Nacional de Deserción Escolar en la Educación Media Superior, un 52% de los alumnos dejó inacabada su vida académica por este motivo.
En muchas ocasiones, las familias se preocuparon de ahorrar para los estudios demasiado tarde, por ejemplo, cuando los hijos terminaron la preparatoria en lugar de hacerlo cuando sus retoños recién empezaban a gatear.
¿Cuánto y cómo ahorrar para la educación de mis hijos?
Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el costo promedio por estudiar una carrera completa en una universidad privada oscila entre los 125.000 y los 930.000 pesos. Estos montos corresponden únicamente a las colegiaturas e inscripción y varían en función de la universidad y la carrera escogida.
Para que te hagas idea, los costos en colegiaturas para estudiar la carrera de Administración en 2021 fueron de 2.055 pesos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de 1.203.831 (sí, más de un millón de pesos) en la Universidad Panamericana, considerada una de las mejores escuelas de negocio del país.
Además de las colegiaturas, hay que añadir otros gastos básicos en cuanto a educación como pueden ser material escolar, libros, fotocopias, transporte, alimento, cursos de idiomas, prácticas profesionales, actividades extracurriculares…
Por tanto, el costo total ascenderá a lo largo de toda la carrera llegando a sumar varios millones de pesos. ¡Esta cantidad es por hijo! Si tienes más de un hijo, todo se multiplica. Y además, estos son los precios de 2021 y que no serán los mismos que los de 2022, 2023, 2024…
Está bien, si estás pensando en que los mandarás a la UNAM porque no te alcanza para una universidad privada, ten en cuenta que son tantas las solicitudes de ingreso que reciben las universidades públicas que solo un porcentaje muy pequeño de estudiantes llegan a entrar. Tienen tanta demanda que tampoco está garantizado que tus hijos puedan estudiar en ellas.
Y aquí la prueba, en 2021 estos fueron los porcentajes de jóvenes aceptados y rechazados por la UNAM:
La educación es la mejor inversión que un padre o madre de familia puede hacer para sus hijos.
¿Estás listo para afrontar y asumir este gran desembolso de dinero? La clave está en planificar para los estudios de los hijos con tiempo, de empezar con el ahorro con anticipación desde que son bebés e incluso, desde antes de que hayan nacido.
Esto te permitirá, no solo asegurar su educación superior, sino también adelantarte y prever cualquier inestabilidad económica que pueda afectar a tus finanzas familiares, afrontar las subidas de las colegiaturas de las universidades en el futuro y evitar endeudarte para pagar la educación de tus hijos.
Si estás decidido/a a ahorrar para los estudios de tus hijos, haz lo siguiente:
Abre una cuenta de ahorro (o cuenta de ahorro infantil) y ve haciendo todos los meses aportes de dinero en ella. Comienza a ahorrar, no importa que sea mucho o poco. Siempre que quieras, podrás aumentar la cantidad.
Guarda el ahorro en un instrumento financiero donde el dinero mantenga su valor, de lo contrario, la inflación del país se lo irá comiendo. Una gran opción para mantener a buen recaudo esos ahorrillos es depositarlo en UDIs (Unidades de Inversión).
Si se te hace muy difícil ahorrar con pocos ingresos, reduce gastos en la casa. Ajústense todos el cinturón lo máximo posible y gasten estrictamente en lo necesario. Con un poco de esfuerzo y sacrificio, verán como sí les queda una parte para guardar y destinar a los estudios de los hijos.
Debido a que el plazo de tiempo que tienes para ahorrar es largo (unos 18 años o más), no te conformes solo con engordar la cuenta de ahorro, ¡invierte! Invierte el dinero en productos de inversión seguros. De esta forma y sin darte apenas cuenta, el dinero para la educación de tus hijos crecerá más deprisa.
Ahorros para estudios superiores en el extranjero
El mercado laboral es cada vez más competitivo. Ya no basta con estudiar una carrera, graduarse y conseguir trabajo. Ahora es imprescindible tener experiencia internacional, hacer networking, manejar varios idiomas, etc.
Mandar a los hijos a estudiar a otro país es una gran oportunidad de desarrollo personal y profesional que podemos brindarles. Pero si estudiar en México en una universidad privada te parece caro… hacerlo en el extranjero lo es aún más.
Los gastos de hacer un intercambio o estudiar una carrera en el exterior, son elevados. Aquí hablamos de: colegiaturas e inscripciones, pasajes de avión, estancia y manutención, transporte, comida, útiles escolares, libros, cursos de idiomas, ocio y mucho más.
Para ayudar a los padres a hacer frente al gran reto económico que supone que los hijos estudien en la universidad fuera de México, existen los planes de ahorro y los seguros educativos.
La educación es fundamental para asegurar el porvenir de los hijos. A más y mejor educación, mayores ingresos y oportunidades laborales tendrán el día de mañana.
Los seguros educativos son una especie de seguro de vida que permiten garantizar la educación y formación académica de los hijos en México o allá donde quieran estudiar.
Funcionan, por un lado, como un instrumento de ahorro e inversión, al permitirte hacer aportes de ahorro periódicos hasta alcanzar la suma asegurada o lo que es lo mismo, la cantidad que quieras ahorrar en un plazo de tiempo establecido.
El dinero que se va acumulando en el seguro genera rendimiento y con el tiempo se capitaliza para que no pierda poder adquisitivo. Al finalizar el plazo de ahorro, la familia recibirá el monto ahorrado para los estudios de los hijos.
Por otro lado, actúan como aval, como una garantía de que si como padre o madre falleces o quedas incapacitado, tus hijos podrán seguir estudiando.
- En caso de fallecimiento: la aseguradora se compromete a pagar al beneficiario (tu hijo), el 100% de la cantidad de ahorro elegido (suma asegurada contratada) y a dar un apoyo mensual económico para que tu hijo pueda continuar con sus estudios hasta el término del contrato.
- En caso de invalidez total y permanente: si sufres un accidente que te imposibilite volver a trabajar de por vida, la compañía seguirá ahorrando por ti hasta finalizar el plazo contratado en el seguro.
¡Sea como sea tus hijos no tendrán que abandonar sus estudios!
¿Te das cuenta? Garantizar el futuro educativo de los hijos no es tan difícil como parece, requiere de constancia, disciplina y de una adecuada planificación financiera. Desde Bonanza Asesores te podemos ayudar. Te contamos todo lo que tienes que saber para poder ahorrar para los estudios de tus hijos. Llámanos y asesórate bien.
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